Ya entonces, voluntarios con diferentes discapacidades ayudaron a los carpinteros de ribera en su labor.
El 1 de septiembre de 2000, el velero zarpó del puerto de Southampton para realizar su primera travesía y es adonde se dirige de nuevo ahora.
Todo ello hace de este barco un velero singular equipado con medios adaptados como señales en braille, caminos guiados en cubierta para personas con problemas de visión, escaleras levadizas, indicadores táctiles para favorecer la orientación proa-popa, almohadillas con sistema de vibración en literas para alertar a personas sordas ante una emergencia o sistemas de seguridad para garantizar la estabilidad de las sillas de ruedas durante los temporales.
Por todo esto bien merece una visita y si tienes ganas de más también se organizan actividades de aventura que puedes consultar en su Página Web
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Sin duda una visita que va mucho más allá que recorrer un barco.