Los piojos son uno de los temas que más dolores de cabeza causa a los padres, y es que su contagio es muy común entre niños. Los piojos que anidan en la cabeza son insectos ovíparos, que obtienen alimento de la sangre y viven exclusivamente en el cabello humano.

Los piojos suelen ser un problema muy común, ya que su contagio es bastante sencillo, y aunque no supone un problema médico como tal ya que no es peligroso, sí puede provocar otros problemas, además de molestias.

Los piojos son difíciles de controlar, ya que pueden pasarse en la cabeza de los pequeños todo el año, y aunque es complicado delimitar el tiempo en el que están más activos estos insectos, sí es cierto que las hembras tienen periodos en los que ponen los huevos y estos crecen con mayor facilidad. A esta etapa se podría denominar la «época de los piojos».

Esta época dorada llega en primavera y verano, y es que el calor es el gran aliado de los piojos, ya que facilita la apertura de las liendres, por ello es una etapa en la que se deben tomar medidas de prevención.

Uno de los periodos del año en los que más fluye la trasmisión de los piojos es en etapa escolar. Esto se debe a que los niños pasan mucho tiempo juntos, jugando y con las cabezas al sol.

Lugares donde es frecuente la aparición de piojos

Aunque en etapa de vacaciones el ritmo de contagio disminuye, no desaparece, por ello hay que tomar medios cuando hay infestación y no pensar que el agua de la playa o la piscina evitaran la transmisión, utilizando una loción para piojos apropiada.

  • El colegio: las aulas, los largos recreos y las largas horas de juego hacen que los piojos salten de cabeza en cabeza con facilidad.
  • Las piscinas públicas: los piojos, aunque no lo parezca, pueden sobrevivir bastante tiempo en aguas cloradas, por lo que las piscinas públicas son un lugar donde pueden encontrarse muy frecuentemente.
  • La arena de las playas: este lugar proporciona a los piojos condiciones óptimas para sobrevivir y reproducirse, por lo que las largas tardes de verano en la playa son un lugar muy común de contagio.

Como eliminar los piojos

Todas las alarmas saltan cuando los niños comienzan a rascarse la cabeza compulsivamente, es en ese momento cuando los padres se ponen manos a la obra para ver cómo pueden solucionar ese problema.

Cuidado con los remedios caseros

No es aconsejable utilizar remedios naturales o caseros, ya que no suelen ser muy eficaces y, aunque pueda parecer que se han eliminado los pequeños restos que queden, harán que aparezcan de nuevo.

Existen productos destinados a este fin

Existen productos eficaces destinados a la eliminación de piojos, puedes preguntar en tu farmacia. Allí se encontrarán algunos como los de la marca FullMarks, que eliminan piojos en 5 minutos. Además, incluye una lendrera, que ayuda a eliminar las liendres y los piojos muertos o moribundos (te lo explicamos a continuación).

Estos productos son seguros para los niños y, además, la única manera de asegurarse de que los piojos son expulsados definitivamente.

Lee detenidamente el folleto de instrucciones antes de usar el producto.

Cepillar con un peine específico, la lendrera.

  • Una vez aplicados los productos, y lavada la cabeza con ellos, se utiliza un peine para piojos llamado lendrera. Es un cepillo con púas muy finas y juntas, que al pasar por el cabello húmedo ayuda a arrastrar cualquier rastro de liendre o piojo que pueda haber en él.
  • Se aconseja realizar esta rutina de aplicación de productos, limpieza y peinados durante varios días, pues es la única forma de asegurar que se ha conseguido extinguir el brote.

Medidas preventivas

El tratamiento también consiste en incluir la limpieza de diferentes elementos con los que el menor haya tenido excesivo contacto.

Lavar: ropa, sábanas y juguetes.

Todo aquello que pueda meterse en la lavadora debe lavarse aproximadamente a 50º C o 60º C: sábanas, peluches, ropa o mochilas. Y es que las liendres y los piojos pueden permanecer en los tejidos mucho tiempo, lo que provocaría un nuevo contagio.

Cepillar semanalmente con la lendrera.

Una vez a la semana es aconsejable peinar a los niños con el peine para los piojos, con ello se detectará de manera temprana cualquier incubación. Evitar que los niños compartan peines o gorros, pues son las formas más frecuentes de contagio.