Como muchos sabéis en Vigopeques somos unos apasionados de los viajes en barco, desde un crucero hasta un paseo por la ría es algo que nos encanta. Teníamos pensado volver a viajar a Francia, esta vez en crucero, pero la pandemia trastocó nuestros planes y una amiga nos habló de las rutas fluviales por el Canal du Midi. La verdad ni sabía que existía esta opción y me ha parecido perfecta para esta época que estamos viviendo y en la que se impone un turismo menos masificado.

Una ruta en barco por un río o un lago es una opción ideal para unas vacaciones en familia, en pareja o con amigos.

Si los viajes en caravana despegaron con fuerza con motivo de la pandemia el turismo fluvial cobra cada vez más importancia, ahora buscamos un turismo más tranquilo.

¿ Qué se necesita para hacer una ruta fluvial ?

Tan solo ganas de pasarlo bien, los barcos son muy fáciles de maniobrar y no necesitan ningún tipo de carnet o permiso especial, cuando recoges el barco te dan un mini cursillo con unas indicaciones útiles para la navegación.

Ventajas de escoger una ruta fluvial

Una ruta fluvial te permite disfrutar en tu propio barco de un turismo de proximidad. Al igual que haces cuando viajes en tu coche, cuando ves un sitio que te gusta, podrás parar para conocer así los más pintorescos pueblecitos y hablar con la gente local.

En una ruta fluvial no hay escalas, donde tu quieras te bajas y disfrutas.

Es un turismo en contacto con la naturaleza, por un lado navegas por lagos o ríos, con todo lo que ello implica: chapuzones en el agua, baños de sol a cubierta, por otro puedes parar y pasear, incluso en bicicleta, por los senderos habilitados que en muchas zonas van paralelos al cauce del agua.

Al igual que ocurre en los cruceros te permite recorrer varios lugares sin necesidad de cambiar de hotel o transportar maletas, la casa la llevas a cuestas y en este caso son todas las comodidades, cocina equipada, baño, camarotes y en algún barco hasta piscina.

¿ Qué ruta fluvial elegir para hacer en familia? 

Por proximidad y quizás por ser más fácil la navegación se recomienda empezar por una ruta fácil, en nuestros países vecinos: Francia y Portugal nos encontramos con varias zonas perfectas para ello.

Cruceros fluviales por Francia

Canal du Midi

La navegación por los canales es mucho más fácil que por los ríos, por lo que una buena opción para principiantes, los ríos son más complicados pues suelen tener más vegetación en las orillas y en ocasiones corrientes. El Canal du Midi es el canal navegable más antiguo de Europa, conecta el Mediterráneo con el Atlántico y  es Patrimonio de la Humanidad . Es el más conocido y frecuentado pero existen otras opciones.

Camarga

Es muy fácil de navegar pues no tiene esclusas, esta zona es una de las más solicitadas por las familias por tener relativamente cerca las playas y por contar con una reserva natural en la que podremos avistar toros salvajes, caballos e incluso aves curiosas como los flamencos.

Lot

Es una zona menos turística, no vas a encontrar tantos barcos como en el Canal du Midi, con lo que ello implica, sus aguas son limpias por lo que encontrarás muchas zonas aptas para el baño, eso sí requiere un poco de experiencia en la navegación.

Charente

Considerado uno de los ríos más bellos de Francia, sus aguas son cristalinas tiene muchas rutas para hacer en bici.

Cruceros fluviales por Portugal

Lago Grande

En la zona del Alentejo se encuentra el gran lago de Alqueva, conocido también como Lago Grande, uno de los mayores lagos artificiales de Europa, construido en el río Guadiana. Además de las actividades ya mencionadas: paseos o rutas en bicicleta por los alrededores, disfrutar de la gastronomía local, etc. El Lago Grande ha sido reconocido por la UNESCO como una reserva para la observación de estrellas, al no haber casi iluminación cercana por las noches, imaginaros el planazo que puede ser disfrutar de una noche en un barco divisando el cielo y sus estrellas.

Las rutas fluviales han cobrado gran importancia y triunfan entre los amantes del turismo slow: unas vacaciones sin estrés, sin prisas y que nos permiten conectar con los lugares, las costumbres, la gastronomía en definitiva conectar también con las personas y por qué no con nosotros mismos.