La semana pasada os mostraba en Instagram uno de los sitios más espectaculares que hemos conocido para alojarnos y lo descubrimos en nuestro viaje a Francia.

Con motivo del décimo aniversario del Travel Bloggers Meeting, (reunión de blogs de viajes que se realiza anualmente), que este año se celebró en Poitiers, escogimos, entre las distintas actividades propuestas, conocer Défiplanet, el sitio ya nos llamó la atención en fotos pero vivir allí unos días fue una de las mejores experiencias que hemos tenido en familia.

Défiplanet se encuentra a unos 30 kilómetros de la localidad francesa de Poitiers, en la región francesa de Vienne. En plena naturaleza se encuentra este lugar supertranquilo y mágico, mirad que yo soy urbanita cien por cien pero me quedaría allí a vivir sin pensarlo, Defiplanet es increible de verdad, el sueño de cualquier niño y el de muchos adultos también.

La finca de unas 47 hectáreas ofrece los alojamientos más peculiares que puedas encontrar, descubrirlos ya de por si es una aventura:

La casita caracol, la casita gallina, las casas seta, la casita conejo o las casitas de los árboles, bueno casitas algunas, otras son verdaderos castillos, eso sí todos completamente equipados con calefacción incluida y con detalles que los hacen únicos, la casita conejo tiene su conejo, la casita gallina sus gallinas y todos vienen con sorpresas que nos hacen despertar la imaginación y volver a ser niños.

Nosotras nos alojamos en una de las casitas de los árboles, mi hija desde que conoció el sitio por internet soñaba con dormir ahí y la verdad es que fue una emocionante sorpresa, nunca habíamos dormido en ninguna y pensábamos que eran pequeñas pero todo lo contrario, nuestra casita del árbol contaba, con dos habitaciones amplias con capacidad para 6 personas, baño y cocina comedor completamente equipada, también teníamos una terraza exterior en el alto por si queríamos comer fuera o disfrutar de las estrellas por la noche.

Todo en la casa estaba lleno de detalles, hasta el árbol que entraba en la cocina y ya lo que a los peques les encanta es el detalle del desayuno, todas las mañanas cuando te levantas debes ir a recoger tu  cestita llena de bollería y pastelería fresca.

Nosotros estuvimos dos noches y tres días pero se hizo muy corto, lo suficientemente intenso como para desear volver por lo menos una semana.

Defiplanet, no sólo son alojamientos, podríamos decir que es un parque temático de la naturaleza que se inauguró en el 2011.

Su objetivo es concienciar a los más pequeños en la preservación del planeta, pero vamos por partes.

Solo por los alojamientos merece la pena la visita pero es que hay mucho más:

Zona de juegos y escalada de árboles

Con varios niveles para que puedan disfrutarlo tanto los pequeños como los más mayores, además de la zona de escalada se puede rematar con una tirolina gigante.

 

Centro ecuestre

Todos los días nos despertábamos con estas vistas, los caballos correteando por el campo que parecía una estampa de un cuadro, además 

Puesto de tiro con arco

No lo probamos pues aunque de vez en cuando llovía preferíamos disfrutar al aire libre de esta maravilla.

Minigolf 

Tres piscinas

Dos de ellas interiores y climatizadas, bien calentitas además que las aprovechamos bien mientras fuera llovía. Un lujazo!

  • Los padres además tenemos zona de bienestar con sauna y jacuzzi.

Restaurantes

Justo en esta zona de piscinas se encuentra uno de mis restaurantes preferidos, Le Chaudron du Farfadet , un espacio mágico,  lleno de constelaciones y con detectores infrarrojos , el lugar es precioso y la comida exquisita, basada en la gastronomía típica y local, con menú infantil también abundante y rico.

Parque temático de la naturaleza

Defiplanet, como os comentaba es un parque temático de la naturaleza. De hecho su nombre viene de «Defensa del planeta» y eso es lo que quiere inculcar a las generaciones venideras a través del juego y el descubrimiento.

El parque está organizado como en dos secciones principales: el pasado y el futuro. Necesitamos conocer el pasado para saber como actuar en el presente para cuidar el futuro.

El primero está formado como  por una granja de animales: desde conejos, gallinas y caballos hasta un camello y un burro, junto con cinco aldeas que pretendían ilustrar cómo vivían nuestros antepasados ​​en armonía con la naturaleza. 

Nos llamo mucho la atención como las casas antiguas de esta zona son casi idénticas a las de nuestros antepasados gallegos. Decidme si estas fotos no os recuerdan a las casas de vuestros abuelos.

Entre las cinco aldeas tenemos también un pueblo mongol cuenta con una gran yurta llena de coloridos muebles y mantas.

Después está la zona que nos lleva al futuro y entramos en el bosque mágico, lleno de duendes que cuentan historias, conviene estar muy atento para no perderse ningún detalle y seguir las explicaciones que nos ayudarán a cuidar el planeta y protegerlo de un futuro catastrófico.

En el camino encontraremos todo tipo de señales, combinando las piedras ancestrales con las pantallas digitales integradas. Nos hablan de la importancia del reciclaje y del consumo responsable para el cuidado del medio ambiente.

Llegando al final del camino debemos evaluar nuestro impacto ambiental y la huella del carbono para ver en qué podemos mejorar.

El viaje dura aproximadamente tres o cuatro horas, según el ritmo y las fotos que hagamos, ja,ja,ja para terminar con una fuente que invita al descanso y una tienda de regalos. 
Precios
Los precios de los alojamientos no me parecieron nada caros van desde los 75 euros para dos personas en  alojamiento o 21 euros en camping, en época baja, que las épocas no coinciden con las nuestras eh? de hecho hasta el 4 de julio tienen descuentos, además también ofrecen descuentos si contratas varios días. Para ser Francia me sorprendió gratamente.
Las actividades se pagan aparte pero los precios son similares a los que tenemos aquí
Localización

Más información:

  • Toda la información en su página web: https://www.defiplanet.com
  • Por cierto agradecer a todos los franceses que en este viaje nos trataron divinamente, desde los conductores que son super amables, al revisor del tren, camareros, dependientes de establecimientos, personal de turismo y muy especialmente a Préscillia y Tania que hicieron que nuestra estancia en Defiplanet fuera inolvidable.